viernes, 12 de febrero de 2010

EL CREYENTE COMO MAYORDOMO LECCIÓN XI

Texto para memorizar: “El que es fiel en lo poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”. Lucas 16:10

INTRODUCCION: Algunos creen que la mayordomía se refiere solo a nuestras posesiones materiales. Pero si queremos ser verdaderos mayordomos del señor debemos saber administrar también otros aspectos de nuestra vida.

La mayordomía tiene que ver primordialmente con nuestra actitud hacia las cosas de Dios. No se trata simplemente de llenar ciertos requisitos legales. Es, más bien, una vida abundante, fructífera, como aprendimos de nuestras primeras lecciones.

I. ¿QUÉ SIGNIFICA SER MAYORDOMO?

1. Quiere decir literalmente el administrador de una casa o propiedad.

a. El mayordomo no es el dueño de la propiedad que él administra. 1 Corintios 4:7. Rom. 13:3-8.

b. El verdadero dueño tiene el derecho de exigir una contabilidad exacta de lo que ha hecho el mayordomo con sus bienes.

2. Involucra la idea de que un aumento o una disminución de los bienes puede resultar de lo que hagamos con ellos. El señor no le pregunta ¿Cuánto tiene?, sino ¿qué está haciendo con lo que tiene? Podemos hacer tres cosas con lo que Dios no ha dado o encomendado;

a. No usarlo

Los dones más valiosos de nada sirven sino se usan. Mateo 25:18

b. Abusar de ellos (malgastarlos). Se puede usar los dones buenos para fines malos. Lucas 15:11 – 14.

c. Usarlos para la gloria de Dios.

El hijo de Dios debe cultivar y usar lo que Dios le da para su gloria. Mateo 25: 14 – 17, 1Corintios 4:12

3. ¿Qué tienes en tu mano?

a. Moisés tuvo una vara. Éxodo 4:12; Lucas 12:11-12

b. Sangar tuvo una aguijada de bueyes. Jueces 3:31; 5:6-7

c. La viuda de Serepta tuvo un puñado de harina y un poco de aceite. 1 Reyes 17:12 – 16.

d. Un muchacho tuvo cinco panes y dos pececillos. Juan 6:9-10

e. Yo tengo solamente mi vida, pero Dios la puede usar para su gloria. 1 Corintios 1:25 – 31.

II. ¿SOBRE QUE SOMOS MAYORDOMOS?

1. Del tiempo que Dios nos ha dado. Efesios 5:15 – 16

Él nos ha dado a todos 24 horas al día, la cual no podemos guardar para un uso futuro; ni recuperar una vez desperdiciadas. Cuánto tiempo dedicamos a:

a. La oración. 1 Tesalonicenses 5:17, Filipenses 4:6; 2 Timoteo 2:8

b. El estudio de la Biblia. Salmo 119:11; 2 Timoteo 3:16

c. El testimonio personal, Proverbios 11:13

d. Las actividades de la Iglesia, Hebreo 10:24 – 25. Mateo 25:14 – 17; 1 Corintios 4:1 – 2.

e. La familia; esposa, hijos, nietos y otros

2. De los dones que hemos recibido de Él. Mateo 25:14-30; 1Pedro 4:10. cada creyente debe preguntarse a si mismo honradamente cuales son sus dones y si los está descuidando, abusando o usándolos para la gloria de Dios.

3. Del cuerpo que nos ha confiado el señor 1Corintios 3.16-17.

a. La lengua, Santiago 3:2 – 12, siempre limpia y pura.

b. El corazón Proverbios 4:23. la conducta externa, refleja la condición del corazón. Mar. 7:20-23

c. Las acciones. Santiago 2:18 deben estar en conformidad con la fe que profesamos. Santiago 3:13

4. Del hogar en que Él nos ha colocado. Los padres son responsables delante de Dios por el desarrollo físico, intelectual, moral y espiritual de sus hijos.

a. Moisés, Hebreos 11:23 – 24, fue escondido por sus padres.

b. Timoteo, 2 Tim 1:5, 3:14 – 15 desde la niñez has sabido las escrituras.

5. Del dinero que Él nos ha confiado.

a. La mayordomía de nuestro dinero no acaba con lo que le damos a Dios. Se extiende al uso de todos los bienes que Él nos ha confiado. Lucas 18.22; 1Timoteo 6:17 – 19; 1Reyes 3:13

b. Si Dios nos ha bendecido, debemos en gratitud devolverle una porción regular, sea cual fuere sistemáticamente y proporcionalmente. Deuteronomio 14. 22, 28, 29.

c. Lo menos que puede hacer el creyente es diezmar, indicando así que el 90% por ciento es también del señor Malaquias 3:9 – 10.

6. De la gracia de Dios. 1Corintios 4:1,2; 1Pedro 4:10 cada creyente tiene la responsabilidad de ser un testigo. A algunos les es encomendada aún mayor responsabilidad.

a. Embajadores y testigos 2corintios 5:20, Hechos 1.8; 1Corintios 9:16

b. Pastores y Ancianos. 1 Timoteo 3:1 – 7

c. Diáconos y Maestros 1 Timoteo 3:8 – 13.

III. RENDIREMOS CUENTAS POR NUESTRA MAYORDOMIA?

1. Cada uno dará a Dios cuenta de sí. No podemos criticar acciones de otros. La mayordomía es personal e individual. Romanos 14:10 – 12; 1Corintios 3:13 – 14.

2. Rendiremos cuentas ante el Tribunal de Cristo, toda nuestra mayordomía estará bajo el escudriño divino. Ningún creyente escapará de este juicio. 2corintios 5:10; Romanos 14.10 – 12. Amén

Conclusión y Aplicación:

El crecimiento de la obra de Dios, depende directamente de la movilización total del pueblo de Dios y de la consagración completa de cada creyente a la tremenda causa que nos enfrentamos. Esta tarea ya sea a través de la Iglesia local, o cualquier otro organismo Cristiano, sea Denominación, misión, agrupación, o decisiones personales, tiene que consagrar tiempo, talentos, dinero, a un la familia para lograr la evangelización de nuestra patria, pueblos no alcanzados, etnias y otros, para Cristo.

Preguntas para discutir en clase:

1. ¿Será justa la proporción de mi tiempo que dedico a Dios y a mis propios intereses?

2. ¿Cuáles son los dones que Dios me ha dado y como los estoy usando para su gloria?

3. ¿Estoy apartando una porción regular de mis bienes para el señor, sistemática y proporcionalmente? Si es así que a Dios sea la gloria. Amén

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